TRADUCTOR


TRADUCTOR - TRANSLATOR - TRADUCTEUR

TRANSLATE THIS BLOG
ÜBERSETZEN SIE DIESES BLOG
TRADUIRE CE BLOG
TRADUZIR ESTE BLOG
TRADUCI QUESTO BLOG

domingo, 4 de noviembre de 2012

SISLEY

SISLEY



Por cortesía de / by courtesy of mytubee77

Alfred Sisley (París, 30 de octubre de 1839 - Moret-sur-Loing 29 de enero de 1899) fue un pintor impresionista francobritánico . Fue sobre todo un pintor paisajista que se distinguió de sus colegas impresionistas por la decisiva intervención en sus cuadros de los elementos más imponderables: el agua, la nieve, el cielo, la niebla, etc. de tal forma que ha sido considerado, junto a Monet, como uno de los impresionistas más puros.

Alfred Sisley (Paris, October 30, 1839 - Moret-sur-Loing January 29, 1899) was a Franco-British Impressionist painter. He was primarily a landscape painter who distinguished himself among his fellow Impressionists by the decisive intervention in his paintings of the most imponderables elements such as water, snow, sky, fog, etc. and for this reason he has been considered, along with Monet, one of the purest Impressionists.

Más información / More information: alfredsisley.org

domingo, 14 de octubre de 2012

PRIMITIVOS FLAMENCOS / FLEMISH PRIMITIVES

PRIMITIVOS FLAMENCOS / FLEMISH PRIMITIVES



Por cortesía de / By courtesy of Swifferable

Música / Music: Tandernaken, al op den Rijn

Nota: "Tandernaken, al op den Rijn" fue una canción muy popular en neerlandés antiguo acerca de dos muchachas que vivían en Andernach, una ciudad de Alemania en la orilla izquierda del Rin, y que fueron espiadas por el amante de una de ellas, que estaba escuchando su conversación sobre asuntos de amor desde la distancia.

Note: "Tandernaken, al op den Rijn" was once a very popular song composed in the so-called "Middle Dutch" about two girls who lived in Andernach, a city in Germany on the left Rhine bank. They were spied on by the lover of one of the girls, who was listening to their conversation on love affairs from a distance.



jueves, 6 de septiembre de 2012

MIRÓ

MIRÓ



Por cortesía de / By courtesy of fatinavegar
Musica / Music: "Torero" - Govi


Joan Miró i Ferrà (Barcelona, 20 de abril de 1893 — Palma de Mallorca, 25 de diciembre de 1983) fue un pintor, escultor, grabador y ceramista español, considerado uno de los máximos representantes del surrealismo. En su obra reflejó su interés en el subconsciente, en lo "infantil" y en su país. En un principio mostró fuertes influencias fauves, cubistas y expresionistas, pasando a una pintura plana con cierto aire naïf. A partir de su estancia en París, su obra se vuelve más onírica, coincidiendo con los puntos del surrealismo e incorporándose a este movimiento.


Joan Miró i Ferrà (Barcelona, April 20, 1893 - Palma de Mallorca, December 25, 1983) was a Spanish painter, sculptor, engraver and ceramist, considered one of the leading representatives of surrealism. He reflected his interest in the subconscious, in "childhood" and in his country in his work. Initially he showed strong influence Fauves, Cubists and Expressionists and later he developed a painting with a touch naïve. After his stay in Paris, his work becomes more oneiric, coinciding with the tenets of surrealism, the pictorial movement which he joined.
 

martes, 4 de septiembre de 2012

KLEE

PAUL KLEE



Por cortesía de / By courtesy of arwen987

Música/Music: Le passage de la Mer Rouge


Paul Klee (18 de diciembre de 1879 - 29 de junio de 1940) fue un pintor suizo de nacionalidad alemana. Su estilo muy individual fue influenciado por los movimientos en el arte que incluía el expresionismo, el cubismo y el surrealismo. Así, fue alumno de orientalismo. Klee fue un dibujante natural que llegó a dominar la teoría del color y escribió extensamente sobre él. Sus obras reflejan su humor seco y su perspectiva a veces como niño, sus estados de ánimo personales y creencias y su musicalidad. Él y su amigo, el pintor ruso Wassily Kandinsky, impartieron clases en la escuela alemana de arte y arquitectura Bauhaus.

 
Paul Klee (18 December 1879 - 29 June 1940) was a Swiss painter of German nationality. His highly individual style was influenced by movements in art that included expressionism, cubism, and surrealism. He was, as well, a student of orientalism. Klee was a natural draftsman who had mastered color theory, and wrote extensively about it. His works reflect his dry humor and his sometimes child-like perspective, his personal moods and beliefs, and his musicality. He and his friend, the Russian painter Wassily Kandinsky, both taught at the German Bauhaus school of art and architecture.




domingo, 2 de septiembre de 2012

TOULOUSE-LAUTREC


TOULOUSE-LAUTREC




Por cortesía de / By courtesy of penelope1954

Música / Music: Orpheus in the Underworld (Can-Can) - Jacques Offenbach


Henri Marie Raymond de Toulouse-Lautrec-Montfa (Albi, 24 de noviembre de 1864 - Castillo de Malromé, Gironda, 09 de septiembre de 1901) fue un pintor e ilustrador francés del postimpresionismo a finales del siglo XIX. Es famoso por los carteles que hizo para el Moulin Rouge.
 
 
Henri Marie Raymond de Toulouse-Lautrec-Montfa (born November 24, 1864 in Albi, died on September 9, 1901 at Castle Malromé, Gironde) was a French painter and illustrator of Post-Impressionism in the late nineteenth century. He is famous for the posters he did for the Moulin Rouge.









jueves, 30 de agosto de 2012

MONDRIAN

PIET MONDRIAN




La vida de Mondrian: De un árbol holandés a Broadway.

Mondrian's life. From a Dutch tree to Broadway.
 
Por cortesía de / By courtesy of mjkooopman




lunes, 27 de agosto de 2012

KANDINSKY


KANDINSKY



Por cortesía de/By courtesy of lucrezia012


Música/Music: Chris Hough Jazz Band


Obras de Wassily Kandinsky (1866 - 1944), pintor y teórico del arte ruso precursor de la abstracción en pintura ; con él se considera que comienza la abstracción lírica.

 
Works of Wassily Kandinsky (1866-1944), painter and art theoretician of Russian origin that was a precursor of abstraction in painting and lyrical abstraction, artistic movement that he began.

sábado, 18 de agosto de 2012

RAFAEL ALBERTI - SI MI VOZ MURIERA EN TIERRA


Rafael Alberti (1902-1999) recita su poema Si mi voz muriera en tierra, perteneciente a Marinero en tierra, publicado en 1925*

* Por cortesía de VideoVersos, una iniciativa de David Parages


Rafael Alberti

Canción

Si mi voz muriera en tierra…

Si mi voz muriera en tierra,
llevadla al nivel del mar
y dejadla en la ribera.

Llevadla al nivel del mar
y nombradla capitana
de un blanco bajel de guerra.

¡Oh mi voz condecorada
con la insignia marinera:
sobre el corazón un ancla
y sobre el ancla una estrella
y sobre la estrella el viento
y sobre el viento la vela!

Song

If my voice dies on land…

If my voice dies on land,
take it down to the sea
and leave it on the shore.

Take it down to the sea
and make it captain
of a white man-of-war.

Honor it with
a sailor’s medal:
over its heart an anchor,
and on the anchor a star,
and on the star the wind,
and on the wind a sail!



Traducido por/Translated by Mark Strand

Agradecimiento/Thanks profp


viernes, 1 de junio de 2012

"CASA TOMADA" POR JULIO CORTÁZAR



  Casa Tomada 

Un relato de Julio Cortázar leído por el autor


Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua (hoy que las casas antiguas sucumben a la más ventajosa liquidación de sus materiales) guardaba los recuerdos de nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda la infancia.

Nos habituamos Irene y yo a persistir solos en ella, lo que era una locura pues en esa casa podían vivir ocho personas sin estorbarse. Hacíamos la limpieza por la mañana, levantándonos a las siete, y a eso de las once yo le dejaba a Irene las últimas habitaciones por repasar y me iba a la cocina. Almorzábamos al mediodía, siempre puntuales; ya no quedaba nada por hacer fuera de unos platos sucios. Nos resultaba grato almorzar pensando en la casa profunda y silenciosa y cómo nos bastábamos para mantenerla limpia. A veces llegábamos a creer que era ella la que no nos dejó casarnos. Irene rechazó dos pretendientes sin mayor motivo, a mí se me murió María Esther antes que llegáramos a comprometernos. Entramos en los cuarenta años con la inexpresada idea de que el nuestro, simple y silencioso matrimonio de hermanos, era necesaria clausura de la genealogía asentada por nuestros bisabuelos en nuestra casa. Nos moriríamos allí algún día, vagos y esquivos primos se quedarían con la casa y la echarían al suelo para enriquecerse con el terreno y los ladrillos; o mejor, nosotros mismos la voltearíamos justicieramente antes de que fuese demasiado tarde.

Irene era una chica nacida para no molestar a nadie. Aparte de su actividad matinal se pasaba el resto del día tejiendo en el sofá de su dormitorio. No sé por qué tejía tanto, yo creo que las mujeres tejen cuando han encontrado en esa labor el gran pretexto para no hacer nada. Irene no era así, tejía cosas siempre necesarias, tricotas para el invierno, medias para mí, mañanitas y chalecos para ella. A veces tejía un chaleco y después lo destejía en un momento porque algo no le agradaba; era gracioso ver en la canastilla el montón de lana encrespada resistiéndose a perder su forma de algunas horas. Los sábados iba yo al centro a comprarle lana; Irene tenía fe en mi gusto, se complacía con los colores y nunca tuve que devolver madejas. Yo aprovechaba esas salidas para dar una vuelta por las librerías y preguntar vanamente si había novedades en literatura francesa. Desde 1939 no llegaba nada valioso a la Argentina.

Pero es de la casa que me interesa hablar, de la casa y de Irene, porque yo no tengo importancia. Me pregunto qué hubiera hecho Irene sin el tejido. Uno puede releer un libro, pero cuando un pullover está terminado no se puede repetirlo sin escándalo. Un día encontré el cajón de abajo de la cómoda de alcanfor lleno de pañoletas blancas, verdes, lila. Estaban con naftalina, apiladas como en una mercería; no tuve valor para preguntarle a Irene qué pensaba hacer con ellas. No necesitábamos ganarnos la vida, todos los meses llegaba plata de los campos y el dinero aumentaba. Pero a Irene solamente la entretenía el tejido, mostraba una destreza maravillosa y a mí se me iban las horas viéndole las manos como erizos plateados, agujas yendo y viniendo y una o dos canastillas en el suelo donde se agitaban constantemente los ovillos. Era hermoso.

Cómo no acordarme de la distribución de la casa. El comedor, una sala con gobelinos, la biblioteca y tres dormitorios grandes quedaban en la parte más retirada, la que mira hacia Rodríguez Peña. Solamente un pasillo con su maciza puerta de roble aislaba esa parte del ala delantera donde había un baño, la cocina, nuestros dormitorios y el living central, al cual comunicaban los dormitorios y el pasillo. Se entraba a la casa por un zaguán con mayólica, y la puerta cancel daba al living. De manera que uno entraba por el zaguán, abría la cancel y pasaba al living; tenía a los lados las puertas de nuestros dormitorios, y al frente el pasillo que conducía a la parte más retirada; avanzando por el pasillo se franqueaba la puerta de roble y mas allá empezaba el otro lado de la casa, o bien se podía girar a la izquierda justamente antes de la puerta y seguir por un pasillo más estrecho que llevaba a la cocina y el baño. Cuando la puerta estaba abierta advertía uno que la casa era muy grande; si no, daba la impresión de un departamento de los que se edifican ahora, apenas para moverse; Irene y yo vivíamos siempre en esta parte de la casa, casi nunca íbamos más allá de la puerta de roble, salvo para hacer la limpieza, pues es increíble cómo se junta tierra en los muebles. Buenos Aires será una ciudad limpia, pero eso lo debe a sus habitantes y no a otra cosa. Hay demasiada tierra en el aire, apenas sopla una ráfaga se palpa el polvo en los mármoles de las consolas y entre los rombos de las carpetas de macramé; da trabajo sacarlo bien con plumero, vuela y se suspende en el aire, un momento después se deposita de nuevo en los muebles y los pianos.

Lo recordaré siempre con claridad porque fue simple y sin circunstancias inútiles. Irene estaba tejiendo en su dormitorio, eran las ocho de la noche y de repente se me ocurrió poner al fuego la pavita del mate. Fui por el pasillo hasta enfrentar la entornada puerta de roble, y daba la vuelta al codo que llevaba a la cocina cuando escuché algo en el comedor o en la biblioteca. El sonido venía impreciso y sordo, como un volcarse de silla sobre la alfombra o un ahogado susurro de conversación. También lo oí, al mismo tiempo o un segundo después, en el fondo del pasillo que traía desde aquellas piezas hasta la puerta. Me tiré contra la pared antes de que fuera demasiado tarde, la cerré de golpe apoyando el cuerpo; felizmente la llave estaba puesta de nuestro lado y además corrí el gran cerrojo para más seguridad.

Fui a la cocina, calenté la pavita, y cuando estuve de vuelta con la bandeja del mate le dije a Irene:

-Tuve que cerrar la puerta del pasillo. Han tomado parte del fondo.

Dejó caer el tejido y me miró con sus graves ojos cansados.

-¿Estás seguro?

Asentí.

-Entonces -dijo recogiendo las agujas- tendremos que vivir en este lado.

Yo cebaba el mate con mucho cuidado, pero ella tardó un rato en reanudar su labor. Me acuerdo que me tejía un chaleco gris; a mí me gustaba ese chaleco.

Los primeros días nos pareció penoso porque ambos habíamos dejado en la parte tomada muchas cosas que queríamos. Mis libros de literatura francesa, por ejemplo, estaban todos en la biblioteca. Irene pensó en una botella de Hesperidina de muchos años. Con frecuencia (pero esto solamente sucedió los primeros días) cerrábamos algún cajón de las cómodas y nos mirábamos con tristeza.

-No está aquí.

Y era una cosa más de todo lo que habíamos perdido al otro lado de la casa.

Pero también tuvimos ventajas. La limpieza se simplificó tanto que aun levantándose tardísimo, a las nueve y media por ejemplo, no daban las once y ya estábamos de brazos cruzados. Irene se acostumbró a ir conmigo a la cocina y ayudarme a preparar el almuerzo. Lo pensamos bien, y se decidió esto: mientras yo preparaba el almuerzo, Irene cocinaría platos para comer fríos de noche. Nos alegramos porque siempre resultaba molesto tener que abandonar los dormitorios al atardecer y ponerse a cocinar. Ahora nos bastaba con la mesa en el dormitorio de Irene y las fuentes de comida fiambre.

Irene estaba contenta porque le quedaba más tiempo para tejer. Yo andaba un poco perdido a causa de los libros, pero por no afligir a mi hermana me puse a revisar la colección de estampillas de papá, y eso me sirvió para matar el tiempo. Nos divertíamos mucho, cada uno en sus cosas, casi siempre reunidos en el dormitorio de Irene que era más cómodo. A veces Irene decía:

-Fijate este punto que se me ha ocurrido. ¿No da un dibujo de trébol?

Un rato después era yo el que le ponía ante los ojos un cuadradito de papel para que viese el mérito de algún sello de Eupen y Malmédy. Estábamos bien, y poco a poco empezábamos a no pensar. Se puede vivir sin pensar.

(Cuando Irene soñaba en alta voz yo me desvelaba en seguida. Nunca pude habituarme a esa voz de estatua o papagayo, voz que viene de los sueños y no de la garganta. Irene decía que mis sueños consistían en grandes sacudones que a veces hacían caer el cobertor. Nuestros dormitorios tenían el living de por medio, pero de noche se escuchaba cualquier cosa en la casa. Nos oíamos respirar, toser, presentíamos el ademán que conduce a la llave del velador, los mutuos y frecuentes insomnios.

Aparte de eso todo estaba callado en la casa. De día eran los rumores domésticos, el roce metálico de las agujas de tejer, un crujido al pasar las hojas del álbum filatélico. La puerta de roble, creo haberlo dicho, era maciza. En la cocina y el baño, que quedaban tocando la parte tomada, nos poníamos a hablar en voz más alta o Irene cantaba canciones de cuna. En una cocina hay demasiados ruidos de loza y vidrios para que otros sonidos irrumpan en ella. Muy pocas veces permitíamos allí el silencio, pero cuando tornábamos a los dormitorios y al living, entonces la casa se ponía callada y a media luz, hasta pisábamos despacio para no molestarnos. Yo creo que era por eso que de noche, cuando Irene empezaba a soñar en alta voz, me desvelaba en seguida.)

Es casi repetir lo mismo salvo las consecuencias. De noche siento sed, y antes de acostarnos le dije a Irene que iba hasta la cocina a servirme un vaso de agua. Desde la puerta del dormitorio (ella tejía) oí ruido en la cocina; tal vez en la cocina o tal vez en el baño porque el codo del pasillo apagaba el sonido. A Irene le llamó la atención mi brusca manera de detenerme, y vino a mi lado sin decir palabra. Nos quedamos escuchando los ruidos, notando claramente que eran de este lado de la puerta de roble, en la cocina y el baño, o en el pasillo mismo donde empezaba el codo casi al lado nuestro.

No nos miramos siquiera. Apreté el brazo de Irene y la hice correr conmigo hasta la puerta cancel, sin volvernos hacia atrás. Los ruidos se oían más fuerte pero siempre sordos, a espaldas nuestras. Cerré de un golpe la cancel y nos quedamos en el zaguán. Ahora no se oía nada.

-Han tomado esta parte -dijo Irene. El tejido le colgaba de las manos y las hebras iban hasta la cancel y se perdían debajo. Cuando vio que los ovillos habían quedado del otro lado, soltó el tejido sin mirarlo.

-¿Tuviste tiempo de traer alguna cosa? -le pregunté inútilmente.

-No, nada.

Estábamos con lo puesto. Me acordé de los quince mil pesos en el armario de mi dormitorio. Ya era tarde ahora.

Como me quedaba el reloj pulsera, vi que eran las once de la noche. Rodeé con mi brazo la cintura de Irene (yo creo que ella estaba llorando) y salimos así a la calle. Antes de alejarnos tuve lástima, cerré bien la puerta de entrada y tiré la llave a la alcantarilla. No fuese que a algún pobre diablo se le ocurriera robar y se metiera en la casa, a esa hora y con la casa tomada.
FIN


domingo, 20 de mayo de 2012

POEMAS DE AMOR DE PABLO NERUDA







libros - pablo neruda - veinte poemas de amor y una cancion desesperada


Poema XX recitado por Pablo Neruda





Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

sábado, 25 de febrero de 2012

PALABRAS DE AMOR / PARAULES D'AMOR

Palabras de amor




Joan Manuel Serrat & Amaya Uranga



Él me quiso tanto.
Yo aún sigo enamorada.
Juntos atravesamos
una puerta cerrada.

Él cómo os diría…
era toda mi ocupación.
Cuando en la lumbre ardían
sólo palabras de amor.

Palabras de amor, sencillas y tiernas
que echamos al vuelo por primera vez.
Apenas tuvimos tiempo de aprenderlas,
recién despertábamos de la niñez.

Nos bastaban esas tres frases hechas
que entonaba un trasnochado galán.
Historias de amor, sueños de poetas,
a los quince años no se saben más.

Ella, dónde andará…
Tal vez aún me recuerda.
Un día se marchó
y jamás volví a verla.
Pero, cuando oscurece,
lejos se escucha una canción.
Vieja música que acuna,
viejas palabras de amor.

Palabras de amor, sencillas y tiernas
que echamos al vuelo por primera vez.
Apenas tuvimos tiempo de aprenderlas,
recién despertábamos de la niñez.

Nos bastaban esas tres frases hechas
que entonaba un trasnochado galán.
De historias de amor, sueños de poetas,
a los quince años no se saben más.

A los quince años no se saben más

Paraules d'amor



Joan Manuel Serrat



Ella em va estimar tant...
Jo me l'estimo encara.
Plegats vam travessar
una porta tancada.

Ella, com us ho podré dir,
era tot el meu món llavors
quan en la llar cremàven
només paraules d'amor...

Paraules d'amor senzilles i tendres.
No en sabíem més, teníem quinze anys.
No havíem tingut massa temps per aprende'n,
tot just despertàvem del son dels infants.

En teníem prou amb tres frases fetes
que havíem après d'antics comediants.
D'histories d'amor, somnis de poetes,
no en sabíem més, teníem quinze anys...

Ella qui sap on és,
ella qui sap on para.
La vaig perdre i mai més
he tornat a trobar-la.

Però sovint en fer-se fosc,
de lluny m'arriba una cançó.
Velles notes, vells acords,
velles paraules d'amor...

Paraules d'amor senzilles i tendres.
No en sabíem més, teníem quinze anys.
No havíem tingut massa temps per aprende'n,
tot just despertàvem del son dels infants.

En teníem prou amb tres frases fetes
que havíem après d'antics comediants.
D'histories d'amor, somnis de poetes,
no en sabíem més, teníem quinze anys..

martes, 14 de febrero de 2012

SAN VALENTIN

NO ES QUE MUERA DE AMOR



JAIME SABINES

No es que muera de amor
(It's not of love that I die) 

No es que muera de amor, muero de ti.
Muero de ti, amor, de amor de ti,
de urgencia mía de mi piel de ti,
de mi alma de ti y de mi boca
y del insoportable que yo soy sin ti.

Muero de ti y de mí, muero de ambos,
de nosotros, de ese,
desgarrado, partido,
me muero, te muero, lo morimos.

Morimos en mi cuarto en que estoy solo,
en mi cama en que faltas,
en la calle donde mi brazo va vacío,
en el cine y los parques, los tranvías,
los lugares donde mi hombro acostumbra tu cabeza
y mi mano tu mano
y todo yo te sé como yo mismo.

Morimos en el sitio que le he prestado al aire
para que estés fuera de mí,
y en el lugar en que el aire se acaba
cuando te echo mi piel encima
y nos conocemos en nosotros, separados del mundo,
dichosa, penetrada, y cierto, interminable.

Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimos
entre los dos, ahora, separados,
del uno al otro, diariamente,
cayéndonos en múltiples estatuas,
en gestos que no vemos,
en nuestras manos que nos necesitan.

Nos morimos, amor, muero en tu vientre
que no muerdo ni beso,
en tus muslos dulcísimos y vivos,
en tu carne sin fin, muero de máscaras,
de triángulos obscuros e incesantes.
Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo,
de nuestra muerte, amor, muero, morimos.
En el pozo de amor a todas horas,
Inconsolable, a gritos,
dentro de mí, quiero decir, te llamo,
te llaman los que nacen, los que vienen
de atrás, de ti, los que a ti llegan.
Nos morimos, amor, y nada hacemos
sino morirnos más, hora tras hora,
y escribirnos y hablarnos y morirnos.

It’s not of love that I die

 
Jaime Sabines


translated by Constantino Diaz-Duran

It’s not of love that I die, I die of you.
I die of you, love, of love of you.
Of an urgent need of mine, of my skin, for you;
of my soul for you, and of my mouth.
And of the unbearable man that I am without you.

I die of you and of me, I die of both.
Of us, of that one,
the one that’s torn, broken.
I die, I die you, we die it.

We die in my room, where I’m alone,
in the bed where you miss me,
on the street where my arm is empty,
in the theatre and in parks, on the streetcar:
in those places where my shoulder is used to your head,
and my hand to your hand,
and I know you with all of me, as I know myself.

We die in the place I have lent to air,
for you to be outside me.
And in the place where air runs out,
when I throw my skin onto yours
and we know ourselves within us, away from the world,
joyous, penetrated, and surely, unending.

We die, we know it. They ignore it, we die.
Between the two of us, now, separated
from one another, daily,
falling over multiple statues,
in gestures that we don’t see,
in our hands, which need us.

We die, love, I die in your womb,
which I can’t bite, or kiss;
in your sweet and living thighs;
In your endless flesh, I die of masks,
of obscure and incessant triangles.
I die of my body and your body,
of our death, love, I die. We die.
In the well of love, at every hour,
inconsolable, screaming,
inside of me, I mean, I call for you.
You’re called upon by the ones who are born,
by those coming from behind, the ones that come to you.
We die, love, and do nothing,
but die even more, hour after hour,
and write, and talk, and die. 
Fuente/Source:
http://exceptindreams.livejournal.com/179412.html

domingo, 5 de febrero de 2012

PEREGRINO




¿Volver? Vuelva el que tenga,
Tras largos años, tras un largo viaje,
Cansancio del camino y la codicia
De su tierra, su casa, sus amigos,
Del amor que al regreso fiel le espere.
Mas, ¿tú? ¿Volver? Regresar no piensas,
Sino seguir libre adelante,
Disponible por siempre, mozo o viejo,
Sin hijo que te busque, como a Ulises,
Sin Ítaca que aguarde y sin Penélope.
Sigue, sigue adelante y no regreses,
Fiel hasta el fin del camino y tu vida,
No eches de menos un destino más fácil,
Tus pies sobre la tierra antes no hollada,
Tus ojos frente a lo antes nunca visto.